Intolerancia a la lactosa: claves para entender los síntomas y el uso de lactasa
A pesar de que la leche y los lácteos son esenciales en nuestra dieta por su aporte de proteínas, vitaminas y calcio, no todas las personas pueden disfrutar de sus beneficios debido a la intolerancia a la lactosa, un trastorno frecuente que causa importantes molestias digestivas.
¿Qué es la lactosa?
La lactosa es el principal azúcar que se encuentra en la leche de mamíferos como las vacas, las cabras, las ovejas e, incluso, los humanos.
Para que nuestro organismo pueda absorberla, necesita una enzima llamada lactasa, que es producida por las células del revestimiento del intestino delgado. La lactasa divide la lactosa en glucosa y galactosa, compuestos que son absorbidos por la pared intestinal y pasan al torrente sanguíneo. Sin embargo, cuando no se produce suficiente lactasa, la lactosa no se digiere ni se absorbe adecuadamente, lo que provoca molestias digestivas.
Intolerancia a la lactosa
Las personas con intolerancia a la lactosa no pueden digerir bien el azúcar presente en la leche, lo que provoca síntomas, como diarrea, gases e hinchazón, tras consumir productos lácteos. Como hemos visto, la principal causa de la intolerancia a la lactosa es la falta de lactasa, una enzima que se produce en el intestino delgado.
Tal y como explica la Asociación de intolerantes a la lactosa España (Adilac) , es importante distinguir entre la intolerancia a la lactosa, que agrupa los síntomas característicos que surgen después de tomar lactosa, y la mala digestión o la regulación decreciente de la actividad de la lactasa, que viene determinada genéticamente y no siempre causa síntomas. Y es que la actividad de la lactasa disminuye con la edad y según el tipo de etnia, por lo que se trata de un fenómeno frecuente y normal.
Por ejemplo, en el norte de Europa casi no se observa esta disminución, mientras que en los europeos del sur y del Mediterráneo, la reducción de la actividad de la lactasa empieza en la adolescencia. En las poblaciones asiáticas, árabes y africanas, la actividad de la lactasa suele reducirse a partir de los 4-5 años, llegando a perder gran parte de la producción tras el destete. Esto explica por qué ciertas poblaciones tienen más intolerancia a la lactosa desde edades tempranas.
Tipos de intolerancia a la lactosa
Existen tres tipos principales de intolerancia a la lactosa:
1. Hipolactasia adquirida o deficiencia primaria de lactasa. Tiene un origen genético y se caracteriza por una pérdida gradual en la producción de lactasa. Es habitual en muchos grupos étnicos y más del 70 % de la población mundial sufre esta deficiencia. Al ser genética, no tiene cura, y la única forma de controlar los síntomas de la intolerancia a la lactosa es reduciendo o eliminando el consumo de productos lácteos.
2. Hipolactasia o deficiencia secundaria de lactasa. La falta de lactasa se debe a una enfermedad o a un trastorno temporal que afecta el intestino. Una vez que la causa subyacente se trata y la mucosa intestinal se regenera, se puede recuperar la capacidad de digerir la lactosa. Algunas causas de este tipo de intolerancia son las infecciones gastrointestinales, la celiaquía, la enfermedad de Crohn, la malnutrición o el uso de ciertos antibióticos.
3. Alactasia o deficiencia congénita de lactasa. Este es un tipo raro de intolerancia que aparece desde el nacimiento debido a un defecto genético. Los bebés con alactasia tienen síntomas graves al tomar leche materna y deben seguir una dieta estricta sin lactosa para evitar problemas en el desarrollo.
Síntomas de la intolerancia a la lactosa
Algunos de los síntomas de la intolerancia a la lactosa son:
- Dolor y distensión abdominal.
- Ruidos intestinales.
- Flatulencias.
- Náuseas y vómitos.
- Diarrea.
- Estreñimiento (menos frecuente).
La intensidad de los síntomas también depende de factores como la cantidad de lactosa consumida, el nivel de actividad de la lactasa, la rapidez del vaciado gástrico, la sensibilidad intestinal y la microbiota particular de cada persona.
En caso de tener intolerancia a la lactosa, puedes tomar Lactasa 9000 FCCU de Farline *, que contiene la enzima que ayuda a mejorar la digestión de este azúcar presente en los lácteos. Con 60 comprimidos en formato blíster, se recomienda tomar una justo antes o durante el consumo de alimentos o bebidas que contengan lactosa, facilitando así la digestión.
Beneficios y desventajas de la eliminación de la lactosa
Eliminar la lactosa de la dieta es muy beneficioso para quienes tienen intolerancia, pero también presenta algunos inconvenientes.
Uno de los aspectos positivos es que cada vez hay más productos en el mercado libres de lactosa, así como restaurantes y cafeterías con opciones gastronómicas para las personas con intolerancia. Sin embargo, eliminar por completo los lácteos puede generar una deficiencia de nutrientes, por lo que es importante contar con asesoramiento nutricional.
Por otra parte, la lactosa está presente en muchos alimentos y medicamentos de forma oculta, lo que dificulta evitarla por completo sin una lectura detallada de las etiquetas y los prospectos.
Acude a tu farmacia y pregunta por los productos de Farline. Tu farmacéutico de confianza siempre está disponible para ofrecerte consejo y recomendarte lo más adecuado, según tus necesidades.
*COMPLEMENTO ALIMENTICIO. No superar la dosis diaria expresamente recomendada. No debe utilizarse como sustituto de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. Mantener fuera del alcance de los niños más pequeños.
Fuente:
- ¿Qué es la IL? Asociación de intolerantes a la lactosa España.
- Primeras preguntas. Asociación de intolerantes a la lactosa España.
- Una vida sin lactosa. Asociación de intolerantes a la lactosa España.
- Intolerancia a la lactosa. Manual MSD.
- Intolerancia a la lactosa. Clínica Mayo.
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