Qué es la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y cómo influye la alimentación
¿Qué es la degeneración macular asociada a la edad (DMAE)?
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es un problema de visión que se localiza en la mácula, que es la parte central de la retina donde se establece la agudeza visual y la percepción de los detalles. Es una de las principales causas de pérdida de visión en adultos mayores. Aunque la causa exacta de la degeneración de la mácula es desconocida, se sabe que la edad es un factor de riesgo importante. A medida que envejecemos, la mácula puede deteriorarse, lo que lleva a una disminución de la visión central.
Ten en cuenta que la degeneración macular no causa ceguera total, ya que la visión periférica no se suele ver afectada. Sin embargo, la pérdida de la visión central puede dificultar tareas como leer, escribir, reconocer rostros y ver detalles más pequeños.
Hay dos tipos principales de degeneración macular asociada a la edad:
Degeneración macular seca. Es la más común y cerca del 80 % de las personas con DMAE desarrollan este tipo. Se produce cuando las células sensibles a la luz de la mácula se descomponen lentamente, causando una pérdida de visión lenta y gradual. Se cree que el daño producido por la edad en una importante membrana de soporte situada bajo la retina contribuye a la degeneración macular seca asociada a la edad.
Degeneración macular húmeda. Aunque es menos frecuente, suele provocar en los pacientes una pérdida de visión más grave que la DMAE seca. La DMAE húmeda se produce cuando empiezan a crecer vasos sanguíneos anormales bajo la retina, perdiendo líquido y sangre, lo que puede crear un gran punto ciego en el centro del campo visual.
¿Cuáles son las causas de la degeneración macular?
No se conocen bien las causas de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), pero sí algunos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollarla. Entre los más importantes están:
Edad. Es el principal factor de riesgo de DMAE, ya que a medida que envejecemos la mácula puede deteriorarse.
Genética. Si se tienen antecedentes familiares, es más probable desarrollar DMAE.
Tabaquismo. El tabaco puede dañar los vasos sanguíneos de la retina y contribuir al desarrollo de esta enfermedad.
Alimentación. Comer mal puede aumentar el riesgo de DMAE, mientras que las dietas saludables y variadas protegen frente a la DMAE. De hecho, se ha demostrado que las dietas ricas en vitaminas, minerales, luteína y omega 3 tienen un efecto protector.
También hay que tener en cuenta otros factores que pueden aumentar el riesgo de DMAE, como la exposición excesiva a la luz solar, la obesidad y la presión arterial alta.
Entre los síntomas de la degeneración macular están:
Visión borrosa o difusa.
Dificultad para reconocer caras familiares.
Las líneas rectas parecen onduladas.
Se puede ver como un punto ciego en el centro de la visión.
Pérdida de la visión central.
¿Tratamiento contra la DMAE?
El tratamiento para la DMAE depende del tipo que se tenga. Para la forma seca, no existe un tratamiento específico establecido. Sin embargo, se aconseja seguir una alimentación rica en ácidos grasos omega 3 y vitaminas, como la luteína y la zeaxantina.
Por su parte, las personas que tienen DMAE húmeda pueden beneficiarse de la administración periódica de inyecciones intraoculares de fármacos antiangiogénicos. Estos medicamentos actúan inhibiendo el crecimiento de vasos sanguíneos anormales que ralentizan la progresión de la enfermedad, estabilizan la visión y, en algunos casos, pueden mejorarla.
La importancia de la alimentación
Una dieta sana y equilibrada es fundamental para proteger tus ojos del paso del tiempo. Entre los imprescindibles en tu dieta deben estar:
Vitamina C, presente en naranjas, pomelos, mandarinas, limones, fresas y kiwis. Es un buen aliado para cuidar la retina y proteger tus ojos del daño por la luz azul. También protege la claridad de tu visión, por lo que se convierte en una buena defensa contra las cataratas.
Vitamina E, que se puede encontrar en las almendras, los cacahuetes y algunos aceites vegetales. Tiene el mismo efecto protector que la vitamina C para tus ojos.
Zinc, mineral que puedes encontrar en la carne de vacuno, los cereales enriquecidos y las ostras. Este mineral protege la retina de los efectos nocivos de la luz.
Ácidos grasos omega 3, que están presentes en el pescado, sobre todo en el azul, en los frutos secos y el aceite de oliva. Estos antioxidantes son adecuados para mantener sano el nervio óptico y protegen el cristalino y la retina frente a la DMAE, las cataratas, la fatiga visual y el glaucoma, y para mantener hidratada la superficie ocular.
Además, la luteína y la zeaxantina son dos antioxidantes fundamentales que protegen nuestros ojos de los daños causados por la luz solar. Estos compuestos son carotenoides y se encuentran en verduras de hoja verde, pimientos, calabaza y huevos. La retina y el cristalino son los grandes beneficiados de la acción de estos dos antioxidantes.
En caso de ingesta baja de estos ingredientes o si no tienes una dieta adecuada, puedes tomar el complemento alimenticio Visión* 60 cápsulas de Farline , que incluye en su composición ácidos grasos omega 3 DHA, luteína, zeaxantina, vitaminas C y E, zinc, selenio y cobre. Los ácidos grasos omega 3 DHA y el zinc contribuyen al mantenimiento de una visión normal, mientras que las vitaminas E y C, el selenio y el cobre ayudan a proteger a las células frente al estrés oxidativo. No contiene aceite de pescado y se recomienda tomar una pastilla al día por la mañana.
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*COMPLEMENTO ALIMENTICIO. No superar la dosis diaria expresamente recomendada. No debe utilizarse como sustituto de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. Mantener fuera del alcance de los niños más pequeños.
Fuente:
Degeneración macular asociada a la edad. Clínica Universidad de Navarra.
Age-Related Macular Degeneration (AMD). Johns Hopkins Medicine.
Diagnóstico de la Degeneración Macular Asociada a la Edad. Clinic de Barcelona.
Mácula Retina. Asociación de Pacientes y Familiares.
Elaboración propia.